Vida Plena para Adultos con Discapacidad Intelectual
A través de los años, se ha profundizado cada vez más en el concepto de discapacidad. Esto, ha generado un cambio importante no sólo a nivel científico con investigaciones, intervenciones y propuestas pedagógicas, educativas o legales. Sino también, a nivel social al cambiar estigmas. Podría ser, que el cambio más significativo ha sido que al fin se reconoce primero a la persona y su potencial, dejando en segundo plano cualquier condición de vida como por ejemplo, la misma discapacidad.
En Andares, A.B.P. nos esforzamos día a día por generar un cambio sostenible en nuestra comunidad partiendo de una filosofía de derechos humanos, y calidad de vida.
Existen diferentes actitudes o acciones que impiden el desarrollo de una persona. Una de las barreras más comunes es la sobreprotección, es una respuesta automática el querer ver por el bienestar de nuestros seres queridos, y aún más, si han sido vulnerados. Pero, es vital permitir que la persona con discapacidad realice actividades por sí mismo.
Desde Andares, A.B.P. acompañamos a la familia para la identificación de estas barreras en su día a día. Iniciando por reconocer ¿mi sobreprotección, nace de algún miedo? ¿a quién le pertenece este miedo? ¿es mi miedo, o es de mi familiar con discapacidad? Las barreras sociales, políticas y de acceso a la información, son otra manera de impedir que una persona con discapacidad logre un desarrollo óptimo y limite sus oportunidades.
El EBDH (Enfoque Basado en Derechos Humanos) que trabajamos en Andares busca todo lo contrario. Es decir, reconoce el rol que tiene cada miembro de la comunidad para respetar, garantizar, proteger y promover los derechos de las personas con discapacidad. Incluyendo también, a los titulares de obligaciones y/o actores políticos para gestionar acciones y propuestas que promuevan la inclusión sostenible en la comunidad.
Otra barrera, que puede presentarse es la infantilización. A veces, las personas con discapacidad intelectual son considerados como “niños eternos” por el trato que su contexto les brinda, lejos de ayudar, el verlos de esta manera afecta directamente en su autopercepción, ¿se imaginan a un adulto de más de 50 años consultando con un pediatra, por tener una discapacidad intelectual? Es importante brindar el trato a la persona de acuerdo a su edad, y también, de acuerdo a las posibilidades que tiene.
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Hay ocasiones, en las que existe un “miedo” al promover los derechos de las personas con discapacidad porque se cree que no entienden las consecuencias o la importancia de los mismos. Por ejemplo, el derecho a decisiones reproductivas libres y responsables... Seguro al escuchar esto, muchísimas ideas (o miedos) pasaron por tu mente, y es totalmente válido. Pero la respuesta no es privar sus derechos, sino enseñar y mostrar la gran responsabilidad detrás de este derecho. En Andares, esto es parte de nuestras capacitaciones desde reconocer la importancia de entender ¿qué es un derecho? ¿quién tiene acceso a estos? ¿qué derechos existen? ¿qué responsabilidad implica el gestionar cada derecho?
Todas estas barreras, conducen a una falta de oportunidades y en lugar de potencializar habilidades, se promueven limitaciones.
Es fundamental, fortalecer habilidades adaptativas de adultos con discapacidad para que logren transitar hacia una vida plena e independiente. Asimismo, promover su capacidad de elegir y tomar decisiones sobre su propia vida: cómo, a dónde, y con quién quieren vivir; y asi mejorar su calidad de vida.
De acuerdo a Schalock y Verdugo (2002), la Calidad de Vida es un paradigma que busca generar independencia, participación social y bienestar en la persona con discapacidad, lo que nos invita a cambiar por completo nuestra perspectiva de vida ya que, para que tenga el resultado adecuado implica el generar el cambio de la comunidad.
El modelo de Calidad de Vida es considerado multidimensional, esto quiere decir, que puede aplicarse de manera individual, social, personal, familiar, etc.
Desde esta perspectiva de Calidad de Vida, se considera a la persona de una manera integral, es por eso que existen ocho dimensiones para promover apoyos y prácticas que impulsen la plenitud de manera sostenible (Desarrollo Personal, Autodeterminación, Relaciones Interpersonales, Inclusión Social, Derechos, Bienestar Emocional, Bienestar Físico y Bienestar Material) con este enfoque, se destaca que no hay dimensión que tenga mayor importancia que otra, y también, que están vinculadas todas entre sí. Pero ¿qué importancia tienen las ocho dimensiones con nuestra manera de trabajar en Andares? A partir de estas dimensiones, se desarrolla nuestra filosofía de trabajo. Es decir, todas las dimensiones deben ser tomadas en cuenta y en medida de lo posible satisfechas. Y, es a través de una red o sistemas de apoyo, que es posible lograrlo.
Es vital, brindar espacios y herramientas para planear y gestionar un proyecto de vida. Promover la responsabilidad y la independencia iniciando desde su rol familiar o en casa, para que después pueda escalar a su rol en la comunidad.
Es importante recordar el objetivo que tenemos en Andares, A.B.P.: La vida plena de adultos con discapacidad intelectual. Partiendo desde esto, te invitamos a cuestionarte ¿qué es la plenitud? ¿mi concepto de plenitud, es el mismo que para mí familiar con discapacidad?
Recuerda que la autodeterminación es también permitir expresar, en lugar de imponer.
En Andares te acompañamos en este proceso, procurando el bienestar personal de cada uno de los cuidadores y la calidad de vida de nuestros integrantes es que promovemos e impulsamos la plenitud de las personas con discapacidad intelectual.
Si te encuentras reflexionando sobre estas cuestiones, te invitamos a contactarnos. Estamos aquí para escucharte, informarte y guiarte. El desarrollo de habilidades oportuno es fundamental, no solo para la persona con discapacidad intelectual sino también para su contexto y/o comunidad.
Juntos, podemos construir un futuro esperanzador para tu hijo y para todas las personas con discapacidad intelectual.
Si quieres más información sobre nuestro modelo de intervención puedes ponerte en contacto en:
Tel. 81 8451 0426
Atención a familias: 81 1003 1562
Correo: admisiones@andares.org.mx